Tipos de contracciones y monitorización

Las contracciones uterinas se van a presentar durante todo el embarazo pero variaran en ritmo e intensidad en función de las semanas de gestación.
En las primeras 30 semanas encontramos 2 tipos de contracciones:

  • Las que descubrió Alvarez y Caldeyro, las cuales son de baja intensidad y afectan solo a una pequeña parte del músculo uterino y su frecuencia está entorno a 1 contracción/3min. Sin llegar a percibirlas la gestante.
  • Contracciones de Braxton-Hicks, cuya intensidad varía y se estima a 1 contracción/10min (aunque esto depende del número de semanas de gestación). En este caso abarca más extensión uterina y no tienen un patrón definido.  Su misión es entrenar al músculo uterino para el parto.
Cuando se acerca el momento del parto, encontramos las propias de la situación:
  • Contracciones de parto, estas son rítmicas y mucho más intensas, podemos tener sobre 3 contracciones/10min. En estas se produce un endurecimiento del abdomen y el dolor puede estar irradiado desde la zona que está por encima del pubis hasta las lumbares. Estas contracciones dilatan el cuello del útero para facilitar la expulsión del bebé.

Muchas mujeres se preguntarán como pueden distinguir las de Braxton-Hicks con las de parto, pues la principal diferencia es que las primeras ceden con el reposo y además no suelen ser de duración prolongada, sino intermitente.
Por último cabe decir, que en las últimas semanas de gestación se monitoriza a la embarazada para saber el ritmo de dichas contracciones y el latido fetal (si es que no lo precisa antes por cualquier motivo) mediante un dispositivo  llamado monitor fetal o cardiotocógrafo (CTG).  De esta manera podemos saber también si el bebé sufre durante el trabajo del parto, por si hubiese que tomar medidas preventivas. 

Aquí os dejo un vídeo dónde se puede ver el dispositivo colocado sobre una embarazada y los datos que nos ofrece el monitor en papel: 

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