Entre las pruebas que debería hacerse una embarazada tenemos
el test de O’Sullivan cuyo objetivo es valorar los niveles de azúcar presentes
en sangre para descartar, o no, la diabetes gestacional. Se realiza en el centro de salud entre las semanas 24- 28
de embarazo y no necesariamente en ayuno.
¿Cómo se realiza?
Se extrae una muestra
sanguínea, a continuación se le suministra a la embarazada una especie de “zumo” (50 gr de glucosa+agua), el cual deberá tomar
y a la hora de haberle realizado a
primera extracción, se realizará otra. Se valorarán los resultados de estas
extracciones y ambos niveles de glucosa
deberán estar por debajo de 140 mg/dl.
En caso de que se sobrepase esta cifra, pero esté por debajo
de 200 mg/dl, se le proporcionará de
nuevo glucosa (100gr), y se le volverá a extraer otra muestra al cabo de una
hora, es lo que se conoce como “curva
larga”.
Si nos encontramos valores por encima de 200 mg/dl,
probablemente estamos ante una diabetes gestacional; para confirmarlo tendremos
que repetir este test.
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