Es una prueba por la cual se extrae una muestra de líquido amniótico del útero para detectar ciertas anomalías
congénitas como trisonomías o relacionadas con el sexo del bebé, anemia
falciforme, defectos en el tubo neural,
comprobar la maduración pulmonar, diagnóstico de infecciones
intrauterinas o conocer el factor Rh del feto para determinar incompatibilidades
con la madre, entre otras.
Solo se recomienda hacerla a aquellas mujeres cuales
determinadas pruebas den un alto riesgo de padecer el feto algún tipo de
anomalía, tener antecedentes familiares o algún hijo con algún tipo de anomalía
o tener más de 35 años, ya que existen riesgos entre los que destaca la
posibilidad de aborto espontáneo. Se
realiza entre la semana 15 y 22, y los resultados de estas pruebas tardan aproximadamente 2 semanas.
Comentarios
Publicar un comentario